viernes, 11 de septiembre de 2009

Los engranajes del pajaro de fuego VI

Disgresión , acumulando errores: yo no merezco este amor. Doc le da pataditas a los hombres dum-dum que se revuelven en el suelo, rojos por el esfuerzo. El terror invade sus ojos: han vuelto a ser niños perdidos en un marea de extraños.

- Doc , basta ya.
- Ratita , ratita , murmura doc sin abandonar su sádico juego. La curiosidad por el dolor elevada a ciencia. Algo atroz.
-Tienes que aprender a divertirte, Martín. Si no, ¿qué sentido tiene no ganar dinero ayudando a los buenos?
- La energía de la moral, creo.
- Bah, bah. Ahora vete, dice levantando la vista con fiera severidad.

Adiós al horror y la fealdad. Hola a la belleza y al dolor.

- Martín, ¿cómo ha ido todo? Pregunta Ana levantando la vista del bol donde José está
gestando una docena de merengues. Le enseño el dedo, que ahora me parece una siniestra frivolidad.
- Efectista. Te pega, dice volviendo al espectáculo culinario. El maldito panadero santurrón sonríe sin parar de remover la mezcla. Me arrastro hacia el sofá, indignado, pero con el gusto del merengue abriéndose paso en mi imaginación.
- ¡Ni se te ocurra fumar!, dice José justo cuando me echo la mano al bolsillo.
Merengue.

domingo, 21 de junio de 2009

LOS ENGRANAJES DEL PÁJARO DE FUEGO V

Siempre que fantaseo con quién podría ser yo si no fuera un completo animal , una repugnante locomatora que destila ansiedad , extrema compasión , y miedo, mucho miedo , pienso en mi hermano. Con su pelo liso y brillante y siempre alborotado , sus posturas extrañas, agradables de observar , como cuando se queda apoyado en el marco de la puerta con las manos en los bolsillos , con su perfecta fluidez a la hora de tomar elecciones : qué estudiar , con quién relacionarse , cómo llevarse con nuestros padres... Mi sistema moral se basa en una incompresible mezcla de orgullo , culpa e idealismo. No sé de dónde ha salido. No sé a dónde me lleva.
Quiero a mi hermano con un amor desmedido , antropófago. Necesito tocarlo , morderlo , cogerlo de la mano mientras andamos. Pero no podemos hablar de lo que hacemos en la vida. Alguna anécdota , siempre poco significativa , pero nada más. Nuestras conciencias luchan por todas partes , ensangrentadas, fatigadas y frágiles. Cuando nos encontramos solo quedan las ascuas de una profunda intensidad , pero ni una palabra. Así nos conducimos , mi hermano y yo , en nuestro amor .Y duele.
El cielo es blanco. ¿El cielo es blanco y con una bombilla ?¿ Dios es un mono que ríe ?
- Martín. Es hora de irse - dice el bueno de Doc. Me incorporo y miro su obra de arte. Ahora mi dedo es una reluciente pieza de cerámica de Talavera rosa , con una cruz amarilla y azul atravesándola longitudinalmente. Excesivo.Perfecto.
-Doc , no pienso pagarte esta fantasía perversa.
-Oh , ya me siento debidamente recompensado. Por cierto en el suelo hay alguien a quien quizá te interese conocer. Reconocí esa mirada de Doc , igual que el día en que le conocí.